José Vargas
Texistepec, Ver.
El día de ayer Miguel Ángel Navarro Lechuga fue sepultado, el sonido de sirenas rompió el silencio en Texistepec. La Policía Municipal de Jáltipan, de donde era originario y donde sirvió por más de 30 años, le rindió honores con escolta, pase de lista y dos homenajes. Pero a unos pasos del mismo cortejo, en la misma trag3dia, hubo otras despedidas sin reflectores, ni homenajes ni presencia institucional.
Navarro Lechuga, apodado “El Chacha” o “El Lechuguita”, era un veterano de la seguridad pública, con más de 30 años de servicio y un historial que incluía el mando en la policía local.
Fue una de las cinco víctimas del atent4do arm4do ocurrido el domingo 11 de mayo, durante un acto proselitista en el que fue asesin4da la candidata de Morena a la alcaldía, Yesenia Lara Gutiérrez.
Junto a él también muri3ron su hija, Marisol Navarro Aquino, asistente particular de la presidenta del Concejo Municipal, y Silvestre González Domínguez, empleado de limpia pública.
A pesar de su vínculo con la administración municipal, para ellos no hubo ceremonias públicas ni reconocimientos institucionales.
El contraste fue evidente. Mientras el féretro del excomandante fue escoltado con todos los honores desde su casa hasta el cementerio, la despedida de Marisol y Silvestre fue discreta, íntima, marcada únicamente por la tristeza de sus seres queridos. Una patrulla con música acompañó el ataúd de Marisol, gesto espontáneo de quienes quisieron recordarla más allá del cargo que ocupó.
Se había anunciado un homenaje para ella, licenciada en informática, docente en una escuela privada y cercana colaboradora de la presidenta del Concejo, Nancy Leaños Fernández. Pero este fue cancelado a última hora, sin que se diera explicación pública. Leaños, además, no acudió a los sepelios, aunque algunos integrantes del Concejo sí hicieron acto de presencia.
La omisión institucional ha generado críticas entre la población, que considera que la vida de cada víctima merecía el mismo respeto.
La desigualdad en los homenajes no solo refleja una falta de protocolo, sino una profunda desconexión entre autoridades y comunidad, señalan voces ciudadanas.
En medio del luto, la campaña electoral sigue. Solo uno de los cuatro aspirantes restantes a la presidencia municipal, Bernardo Hernández Uscanga, candidato del PRI, acudió a los servicios fúnebres, incluyendo el de la candidata asesin4da, Yesenia Lara, en San Lorenzo Tenochtitlán.
